domingo, 24 de junio de 2012

...la vida en cambio corta como un cuchillo...




Largo es el arte; la vida en cambio corta
como un cuchillo
Pero nada ya ahora
-ni siquiera la muerte, por su parte
inmensa-
podrá evitarlo: exento, libre,
como la niebla que al romper el día
los hondos valles del invierno exhalan,
creciente en un espacio sin fronteras,
este amor ya sin mí te amará para siempre.

Ángel González.

lunes, 28 de mayo de 2012

Los espejos


No los domésticos,
estratégicamente dispuestos
para que te digan siempre
lo que quieres oír,
sino los otros,
los que no tienen dueño,
los de los bares,
los de los comercios,
los de los vestíbulos de hotel,
esos son los que te dicen la verdad:
que no eres nada, nadie,
en realidad,
sólo uno más
que pasaba por allí.


Karmelo C.Iribarren

domingo, 6 de mayo de 2012

Canción amarga


En la cara lleva
tres años perdidos
y el frío de las seis de la mañana.

Van a partirte el corazón.
De pronto
la luz apagada,
los pasillos turbios,
la puerta que clava su ruido en la espalda.

Van a partirle el corazón.
Y arrastra
una cadena oscura
de pasiones heladas,
ese frío que cabe solamente
detrás de una palabra.

Y yo la veo caminar,
despacio,
perderse en lo que anda,
fugitiva tristeza que va y viene
de la sombra a la puerta de mi casa.

La luz artificial deja en la calle
el temblor silencioso
de tres barcas ancladas.
Cuando ella cruza por mi lado siento
como un golpe de remos
y un murmullo de agua.


Luís García Montero.

sábado, 10 de marzo de 2012

nada sino pensar...

He pasado toda la noche sin dormir, viendo,
sin espacio tu figura.
Y viéndola siempre de maneras diferentes
de como ella me parece.
Hago pensamientos con el recuerdo de lo que
es ella cuando me habla,
y en cada pensamiento cambia ella de acuerdo
con su semejanza.
Amar es pensar.
Y yo casi me olvido de sentir sólo pensando en ella.
No sé bien lo que quiero, incluso de ella, y no
pienso más que en ella.
Tengo una gran distracción animada.
Cuando deseo encontrarla
casi prefiero no encontrarla,
Para no tener que dejarla luego.
No sé bien lo que quiero, ni quiero saber lo que
quiero. Quiero tan solo
Pensar en ella.
Nada le pido a nadie, ni a ella, sino pensar.


FERNANDO PESSOA

jueves, 8 de marzo de 2012

La manera que tiene.

...la manera que tiene
el infinito
de caber en un cántaro,
horizontes que crecen
con el viento,
cuando la tarde acaba
y la última noche
no ha comenzado aún.

José Corredor-Matheos.

martes, 6 de marzo de 2012

Frío como el infierno

Estamos en invierno y esto es Roma
y tú no estás.
                   Yo voy de un lado a otro
de tu nombre,
                    lo mismo
que un oso en una jaula;
                                   marco un número;
pongo la radio, escucho una canción
de Patti Smith dar vueltas dentro de Patti Smith
igual que un gato en una lavadora.

Estamos en invierno y yo busco un cuchillo;
miro la calle;
                   pienso en Pasolini;
cojes una naranja con mi mano.

Y esto es Roma.
                         La nieve
convierte la ciudad en una parte del cielo,
ilumina la noche,
deja sobre las casas su ángel multiplicado.

Y tú no estás.
                    Yo cierro una ventana,
miro el televisor,
                        leo a Ungaretti,
                                               pienso:
la distancia es azul,
yo soy lo único que hay entre tú y este frío.
Estamos en invierno y esta ciudad no es Roma
ni ninguna otra parte.
                               Miro atrás
y puedo verlo: acabas de apagar una lámpara;
has cerrado los ojos
y sueñas con un bosque;
                                     de repente
alargas una mano,
                           buscas una manzana
que está en el otro lado de la mujer dormida...

Mientras,
                yo odio este mundo frío como el infierno
y el cansancio que caza lentamente mis ojos;
odio al lobo que has puesto en la palabra noche
y la forma en que llenas la habitación vacía.
Odio lo que veré
desde hoy y para siempre: tus pisadas
en la nieve de Roma, donde nunca has estado.

Benjamín Prado.

El desayuno

‎"Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi,
no puedo resistir lo que me gustas
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
"Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno".

Luis Alberto de Cuenca.