miércoles, 29 de febrero de 2012

Uno y lo mismo



"A los catorce años y en verano
la noche era el anuncio de una hermosa película
que en cada corazón se estrenaría pronto,
y ese anuncio era el baile y la luz en el parque
cuya música oíamos a través de la verja
enredada en jazmín, las partidas de naipes
que jugaban los padres sin nosotros
con el raro prestigio del alcohol y el tabaco,
los hermanos mayores
alejándose en moto hacia el pueblo de al lado
con las chicas que amábamos,
porque todos creíamos que la vida bullía en esos sitios,
más allá de las verjas y de las carreteras,
más allá de las horas permitidas,
más allá de esas cosas que a nosotros
nos prohibían la entrada en cualquier fiesta.
A los catorce años y en verano
la noche fue vivir en la inminencia
de algo enorme y confuso que nos hizo temblar,
porque aún no sabíamos
que la vida ya había comenzado,
que no nos aguardaba en otro tiempo,
que la más bella imagen de la vida
con los años sería aquella espera.
Lo que en aquellas noches
prometía la vida para más adelante,
nos mantuvo a la espera mucho tiempo,
hasta que al fin un día comprendimos
que la vida cumplió con su palabra
en el instante exacto en que la daba,
porque en su extraño idioma, demasiado a menudo,
la promesa y el pago fueron uno y lo mismo."

Vicente Gallego

lunes, 27 de febrero de 2012

Hit the road, Jack


"La autopista es el tiempo que tarda en convertirse
el principio en el término.
Entretanto en el día que me quieras.

No se pisan jamás las mismas huellas
-Heráclito dijo algo parecido-
sin embargo conducen al lugar donde estamos.




Nunca le tengas miedo al horizonte,
no hay placer más sabroso que el trayecto.
Acepta el pan servido en cualquier parte,
disfruta del asilo que te ofrezcan
pero ten preparadas las maletas.



Aprende por tu bien el arte de marcharte
siempre un segundo antes de que te hayan echado."


Raquel Lanseros.

Duermen bajo las aguas

"Allá en el fondo, todas las palabras que dijimos y de las cuales ya no guardamos recuerdo, duermen bajo las aguas.
Duermen aquellas que no supimos decir y esperan su turno para salir a flote. Las cartas que hemos roto, las no recibidas y las veces que hemos dicho adiós. La pena que sentimos y que ahora, al recordarla, nos parece pequeña. La risa o el llanto que no llegó a brotar. La amistad que buscamos en el momento difícil y que resultó más débil que nosotros, más falta de ayuda. La persona a quien quisimos consolar y nos sirvió de consuelo...

Todo duerme allí, en ese fondo."

Carmen Kurtz.